Hipnotizado

 Es difícil explicar este sentimiento con palabras, pero trataré de hacerlo lo mejor posible, para que se pueda comprender al menos un poco, lo que es estar frente a una verdad hipnotizante.

Muchos dicen que los ojos son la ventana hacia el alma, en donde se puede ver quiénes son realmente las personas. Sin embargo, ese cristal no siempre es transparente y no permite ver lo realmente importante.

En este caso en particular, todo era claro y su alma transmitía una paz absoluta. Era una de esas personas que difícilmente se encuentran, de las que se están extinguiendo y que no son valoradas, pero que aun así resisten los embates de la sociedad en la que vivimos.

Todos hemos escuchado en algún momento la pregunta “¿Qué es lo que más te atrae de una mujer/hombre?” y tenemos una respuesta definitiva, otros tienen varias opciones y algunos más van más allá de una contestación simple. Pero hay una cosa en la que muchos estamos de acuerdo y es que, de entre todas las opciones, una de ellas son los ojos. Y hacemos bien al elegir esa respuesta.

Tuve la fortuna de encontrar unas ventanas maravillosas, que me mostraron la luz, la esperanza, la debilidad, la fuerza, la verdad y muchas otras cosas más, todo ese conjunto de aspectos positivos y bonitos que muchos buscamos. Ella tiene todas esas cualidades que hicieron dudar de mi fuerza y rudeza, porqué ¿Cómo es posible que un par de ojos color miel, me hicieron sentir vulnerable?

Soy un hombre fuerte, de carácter serio y firme, disciplinado y calculador en algunas ocasiones, pero nada de eso importaba cuando ella me miraba y más aún cuando estaba tan cerca de mí. Bastaba con que fuera dulce y atenta para captar mi atención, firme, decidida y valiente cuando luchaba por algo, incluso cuando estaba molesta me hacía sentir sometido, pero todo tenía una explicación razonable; el cristal en sus ojos es muy transparente. Ella no tenía que fingir sentimientos ni actitudes, pues con solo verla cualquiera podía darse cuenta de que es auténtica en cada faceta que posee.

Quizá ella no lo sabe, o tal vez lo sepa, pero tiene miedo de sentir que he descubierto su secreto, sin embargo, lo importante es que nada de eso es malo. Yo tuve mis ventanas opacas durante mucho tiempo, pero gracias a ella he aprendido a limpiarlas, pero solo para que ella también pueda ver quien soy realmente. Que protegeré con mi vida su sonrisa, su mirada tierna y que la apoyaré cada vez que se proponga a conquistar sus sueños. En el fondo ella sabe que logró hipnotizarme.

Los ojos sin duda son la ventana hacia el alma, pero no todos tienen la oportunidad de ver a través de ellos. No obstante, si tú puedes hacerlo, considérate afortunado.

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